Este es el primer libro de Nory Malugin. Esta entrega ha sido altamente esperada. Malugin ha publicado anteriormente algunos de sus poemas en antologías y revistas. A diferencia de otros poemas que Malugin declama en los open mics del área noroeste de Puerto Rico, estos están escritos en el género de la micropoesía, un género harto de difícil para quienes lo han intentado alguna vez.

En el poemario Malugin saca a la luz pública, por primera vez, algunos poemas que escribió hace una década como ejercicio de escritura restrictiva: escribir una línea poética al día. Con este ejercicio logró tener una cornucopia de micropoesía de la cual gozamos con sus mejores ejemplares.

Hay muchas imágenes en estos poemas que a mi parecer no coinciden con la Malugin que estamos acostumbrados a escuchar en los open mics, esos poemas más largos y detallados, llenos de peso existencial. Aquí vemos líneas que dejan mucho para ponderar, como quien se sienta a leer haikus. Puedo tomar el siguiente ejemplo de Alquimia cotidiana: «Una hoja se coló por la ventana / y le he puesto tu nombre». Vemos aquí un acto de pura contemplación y silencio, una característica poética muy importante.

Es un poemario corto, un pequeño libro que sirve de muestra del dominio poético de Malugin, un atisbo a su pasado y estilo de letras. Definitivamente estaré atento a sus próximas publicaciones.

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